viernes, 9 de mayo de 2014

Vintage

  Para considerar un objeto 'vintage' tiene que tener mínimo veinte años. No todo el mundo es capaz de llevar una camisa vieja, usada y cuya historia desconoce. Creo que ahí está lo bonito, el no saber qué ha vivido esa prenda, fotografía o silla. Un objeto es mucho más que materia.
  Es poneterte delante de unos pantalones y pensar que quizá su anterior dueño lo llevó en su primera cita. O que tal vez nunca les gustó del todo. Coger un libro e imaginar qué sintió la otra persona leyéndolo. Algo vintage es algo único. Una pequeña reliquia.
  La belleza reside en mimar esa pieza antigua tanto como lo hizo su primer poseedor. Porque esta clase de tesoros no se encuentran, ellos te encuentran a ti. Es un sentimiento puro, no se trata de un capricho. Básicamente porque antes no lo conocías, y para codiciar algo, tienes que haber pasado muchas horas haciendo un seguimiento.
  El día de mañana le daré la posiblidad a mis prendas de probar suerte con otra persona.  De esta forma le estaré dando un pedacito de mí a otro. Y esto no es fácil. Los bienes que hemos sostenido con nuestras manos van a permanecer en nuestra memoria. De la misma forma que yo sigo recordando mis zapatos verdes de charol o mi bolso con el que jugaba de pequeña.

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