Todo el mundo se mueve por una ilusión. Tenemos algo que nos hace seguir, que nos obliga a permanecer en pie. Aunque solo sea un recuerdo. Ya ni siquiera puedo escribir, no sin que me impulse la impotencia.
Ya no hay nada de lealtad en las personas, solo miramos por lo nuestro. Es tan injusto escribir mientras te tiemblan las manos. No puedo hacerlo sabiendo que lo van a criticar aunque tal vez sea bueno aquello que he plasmado en un papel.
Soy más de pluma y tinta que de un teclado, de papel usado a página en blanco del word. Un día encontrar eso que decidí guardar hace tiempo y ver lo mucho que he mejorado.
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